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C. VENY
«¿Dónde van a parar o qué uso se da a los residuos que genera la madera?». Estas son algunas de las preguntas que mucha gente se cuestiona sobre el material de deshecho de la madera. De hecho, hasta hace pocos meses, los cientos de toneladas de taras de madera maciza, tablas de aglomerado, palés y serrín, entre otros muchos residuos derivados de la madera, eran vertidos e incinerados en el campo sin ningún tipo de control. Ahora, una planta de reciclaje de la madera instalada en Manacor, valoriza y, en definitiva, saca un provecho a todos estos materiales de deshecho.

«La madera, una vez triturada se puede destinar a la generación de energía -valorización energética-, a la fabricación de tablas de aglomerado, que se exportan sobre todo a la Península, al compostage y a la formación de lechos para el ganado, entre otras muchas utilidades aun sin explotar», explica la gerente de Reciclafusta, Maria José Camarena. En este sentido, la planta de tratamiento de la madera tiene como objetivo fundamental la clasificación y la trituración de los restos, «con la finalidad de transformarlos en materia prima para otras industrias, consiguiendo así su reintroducción en la cadena productiva», destaca la gerente.

En el plazo de estos último ocho meses, la planta ha tratado casi mil toneladas de residuos de madera, que después de ser procesadas, se han convertido en unas 800 toneladas. La madera llega a la planta a través de contenedores y una vez allí se lleva a cabo un registro de su peso, se elabora un triaje manual para que la madera entre «limpia», finalmente pasa por un separador magnético y ya está lista para ser vendida y reutilizada.