El nieto y el biznieto de Garau, que residen en Brasil, con el alcalde Sastre y la edil Mora. Foto: J.M.SASTRE

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Justo en el momento en que el retrato del alcalde Climent Garau Juan fue colocado entre aplausos en la pared de la sala de plenos del Ajuntament, Porreres recuperaba su historia casi 70 años después de perderla.

Centenares de familiares, vecinos y políticos locales y de otros municipios asistieron al acto solemne de declaración de hijo ilustre a Climent Garau en representación de los otros republicanos también ejecutados.

Mediante este reconocimiento a Climent Garau impulsado por el PSM, se recordó a otros hombres que también fueron fusilados y cuyos nombres, profesiones y sobrenombres sonaron en la sala para que cada familiar presente recogiera una foto de recuerdo. Joan Garau (hermano del alcalde), Jordi Llaneras (teniente de alcalde), los regidores Andreu Amengual, Sebastià Ferrà, Rafel Sampol y Miquel Julià; Pere Josep Sitjar, Bartomeu Vaquer, Climent Serra, Pere Juan, Antoni Servera, Francesc Llaneras, Felix Parejo, Gaspar Oliver, Pere Nicolau, Antoni Salleras, Bartomeu Barceló, Andreu Blanch, Antoni Garau, Jaume Julià, Gabriel Llaneras, Mateu Moll, Joan Roca, Agustí Salleras, Pau Veny y Sebastià Ximelis, fueron los otros porrerencs ejecutados la mayoría en el cementerio de Manacor.

Durante todo el acto se vivieron momentos de emoción en que muchos de los familiares no pudieron contener las lágrimas al recoradr a sus seres queridos.

El historiador de la localidad, Bartomeu Garí, que instruyó el expediente de la declaración de hijo ilustre que posteriormente aprobó una comisión formada por él mismo y un representante de cada partido político, destacó que el alcalde Garau fue «una persona dinámica y activa que «fue ejecutado por ser alcalde de Porreres», por lo que «es la hora de recordarlo y reparar su muerte injusta y absurda y, por lo menos, intentar compensar el dolor y el sufrimiento que padecieron él y sus compañeros».