El espacio disponible en el 'casal' permite jugar al ping pong, a los dardos o a las damas. Foto: MARTA MEDRANO

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Ya hace dos semanas que la Casa Capella Fonda de Maria de la Salut abrió sus puertas a los jóvenes. Desde entonces cada tarde más de veinte chavales de diferentes edades llenan este espacio que cuenta con calefacción, un equipo de música, una mesa de ping pong, un juego de dardos, ajedrez, cartas...y también con una persona que se encarga de ayudar, orientar y cohesionar a todos los jóvenes que se lo pidan. Àngeles Toro hace ya meses que preparaba este proyecto.

Vive en Maria y conoce de cerca los problemas de los jóvenes del pueblo. «Hasta ahora Maria no contaba con ningún espacio para los jóvenes y empezamos esto con un poco de miedo, pero la verdad es que está teniendo éxito. En un pueblo pequeño, como es Maria, los jóvenes tienen su pandilla y es muy difícil que interactúen si no pertenecen al mismo grupo. Ahora vienen aquí a pasar la tarde y se van conociendo más. También hay casos de chavales que están aislados y viniendo aquí pueden conocer a gente». La Casa Capella Fonda abre sus puertas de 16,00 a 20,00 horas de lunes a jueves, y de 17,00 a 22,00 horas los viernes, sábados y domingos, que es cuando acude más gente.

Además de unir a varios grupos, Àngeles Toro se encarga de asesorar a quien se lo pida. «Todavía no tenemos ni ordenador ni internet, pero ya he preparado un listado de webs interesantes para ellos. He montado una pequeña biblioteca con mucha información, subvenciones, ayudas y servicios. El reto es lograr acercar la administración a los jóvenes. Que sepan cómo y dónde pueden encontrar la ayuda que necesitan». Con este casal Maria cuenta, al menos, con un espacio provisional para los jóvenes, que será sustituido dentro de seis meses por Ca ses Monjes, un proyecto que se ha ido retrasando.