Los cinco minutos de silencio en memoria de las víctimas del 11-M
también se vivieron intensamente en la Part Forana. Antes de las
doce, de forma más o menos masiva, las plazas y los Consistorios se
paralizaron. Durante los minutos de paro no se escuchó ni el sonido
de los teléfonos móviles ni el ruido de las obras que están en
marcha en varios municipios se detuvo. Poco a poco, la gente se fue
uniendo al silencio, y en las caras se iba reflejando el recuerdo
de aquel día de horror, en que la masacre de Madrid «tocó» a muchos
mallorquines. Los minutos pasaron y, finalmente, los aplausos,
iniciados en casi todos los casos por los alcaldes, irrumpieron en
el ambiente. En un breve instante el recogimiento dio paso al día a
día y poco a poco los pueblos fueron recuperando su ajetreo
habitual.
En Alcúdia, en Binissalem o en sa Pobla a las doce del mediodía
se agruparon frente al Ajuntament más de un centenar de personas.
En el caso de Alcúdia el alcalde, Miquel Ferrer, acompañado de su
equipo de gobierno salió a la calle poco antes de las doce y minuto
a minuto quienes pasaban por la calle se fueron uniendo al paro. En
Sa Pobla el cronista oficial Alexandre Ballester recordó lo cerca
que está ahora Madrid poco antes de las doce. Cuando acabó las
campanas de la Iglesia y también las de ermita de Crestatx
empezaron a sonar. Se inició así un paro de cinco minutos que logró
reunir a más de 150 personas en la plaza.
En Lloseta, el jefe de policía Mariano Medina se encargó de leer
algunos poemas y a los minutos de silencio se unió el alcalde,
Bernat Coll, y otros miembros del Consistorio.
En María de la Salut, el paro coincidió con el día de mercado y
fueron muchas las personas que se concentraron en la plaza para
rendir culto a las víctimas. Menos masivos fueron los paros de
municipios como Santa Margalida, Santa María del Camí o Llubí.
También los trenes decidieron, a su modo, contribuir al silencio.
En las estaciones, los viajeros decidieron de forma espontánea
unirse al recuerdo. También en algunos supermercados de Inca
pudieron verse personas detenidas junto a la puerta. En el Pla y
Llevant no hubo ni un solo pueblo que no rindiera su particular
homenaje a las víctimas del 11-M. En la mayoría de ayuntamientos se
hicieron cinco minutos de silencio en memoria de las víctimas. En
Artà, repicaron las campanas a mediodía ante los cinco minutos de
silencio de los funcionarios del Ajuntament y los políticos.
También asistieron escolares. Un sentido aplauso puso fin a la
concentración en la que asistieron un centenar de personas.
En Felanitx, la concentración tuvo lugar ante el Ajuntament lo
mismo que en Son Servera y Capdepera donde algunos vecinos se
sumaron a la concentración. También los diferentes centros
escolares de la comarca hicieron un parón como muestra de
solidaridad con las víctimas del 11-M. En los municipios de la
comarca de Palma, el sentimiento de solidaridad también fue
unánime. Tanto los ayuntamientos más pequeños como los más grandes
se sumaron a los minutos de silencio. En Llucmajor, Calvià, Andratx
o Marratxí, políticos y vecinos se reunieron en las sedes de los
ayuntamientos para expresar su solidaridad con las víctimas de
Madrid.
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