TW
0

C.V./M.P.
El mundo de la caza mueve masas. Prueba de ello es que ayer la Societat de Caçadors de Campos, en un encuentro sin precedentes en la finca de Son Fuaní, reunió a más de mil personas en una comida de hermandad entre socios, propietarios y simpatizantes de esta sociedad. La multitudinaria comida quería simbolizar el agradecimiento hacia los propietarios de las fincas donde los cazadores desarrollan esta actividad cinegética.

La comida de hermandad también se convirtió en un encuentro de autoridades. A la cita de los cazadores no faltaron el director general de Caza del Govern, Toni Gómez; el director insular de Medi Ambient, Miquel Àngel Borràs; el alcalde de Campos, Andreu Prohens, acompañado por muchos de los regidores de su equipo de gobierno y también de la oposición. En representación del mundo de la caza, estaban el presidente de la Federación Balear de Caza, Jaume Ripoll y el presidente de la Societat de Caçadors de Campos, Rafel Chaparro.

En la actualidad, la Societat de Caçadors de Campos cuenta con un total de 340 socios. Muchas de estas personas tienen que recurrir al sistema de alquiler o cesión de fincas para poderse dedicar a la caza. «Con esta comida lo que pretendemos es agradecer a los propietarios, la cesión de los terrenos para cazar», explicó ayer Rafel Chaparro.