El hallazgo de restos de huesos humanos en el subsuelo del casco
histórico de Manacor, justo a los pies de la Iglesia de los Dolors,
evidencia que el traslado de los cadáveres enterrados en el antiguo
cementerio -actual parque municipal- no fue total. Quedaron algunas
piezas óseas, sin determinar, enterradas bajo el pavimento actual
de la céntrica plaza Rector Rubí. Anteayer, la excavación de las
nuevas jardineras para plantar un conjunto de árboles sacó a la luz
este nuevo hallazgo de un conjunto de extremidades superiores
humanas. El hallazgo de la plaza Rector Rubí fue confirmado ayer
por la arqueóloga municipal, Magdalena Salas, quien envió
inmediatamente un informe a Patrimoni del Consell para que sea
estudiado detenidamente por los técnicos. Ahora, se determinará la
datación cronológica de los restos humanos.
Pese a que Salas no se aventuró a datar la cronología de los
restos humanos, apuntó que «probablemente se trate de restos de
huesos de los enterramientos de las antiguas fosas de Manacor, que
se ubicaban en la actual calle de Artà». De todas maneras, la
arqueóloga municipal apuntó que se trata de «unos restos difíciles
de datar que se contextualizan dentro de una cronología muy amplia,
que va desde la época medieval hasta bien entrado el siglo XVIII».
Enterrados cerca de los huesos humanos, también se han encontrado
numerosos restos de cerámica común. Unas piezas cerámicas, que «al
ser utilizadas como utensilios de cocina desde la época medieval
hasta el siglo XVIII o el XIX, no nos permiten afinar la cronología
exacta de los restos humanos que yacen junto a ellos». Después de
una primera inspección ocular, Salas ha descartado que se trate de
huesos humanos procedentes de la época talayótica o romana, sino de
los tiempos medievales «hacia adelante», apuntó la directora del
Museo de Manacor.
A la espera de las actuaciones posteriores, la arqueóloga ha
ordenado que se tapen los dos hoyos de tierra donde yacen los
restos y no se plante ningún árbol. Desde el Ajuntament se llevará
cabo una propuesta, que posteriormente será contrastada con
Patrimoni. En la mañana de ayer, los dos hoyos en los que se han
hallado los huesos humanos permanecían totalmente tapados por unas
maderas. Los operarios proseguían con la plantación de los demás
árboles que se suman al imponente olivo que la semana pasada se
plantó en el centro de la plaza de la parroquia. Durante la época
medieval, el antiguo templo parroquial de Manacor se emplazaba en
un lugar estratégico, en un punto más elevado que el resto de
construcciones privadas. El ábside de la iglesia constituía el
límite físico de la ciudad medieval. Más allá de este límite se
encontraba el cementerio que se extendía desde la zona elevada de
la calle de Artà hasta su parte más baja. Ahora sorprende que
después de centurias, se encuentren nuevos restos humanos.
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