Rocas que pesaban en su conjunto 300 toneladas dañaron la semana
pasada un tramo de 100 metros de la carretera del Puig Major. Los
desprendimientos tuvieron lugar el pasado jueves setecientos metros
antes de llegar al túnel de Puig Major, subiendo por Sóller
(C-710). En total, cayeron unas seis rocas de más de 20 toneladas
cada una. «Una de ellas pesaba entre 30 y 35 toneladas», explica
Bartomeu Darder, ingeniero responsable de las carreteras de la
Serra de Tramuntana, que dirigió la retirada de las rocas y
reposición del asfalto.
Las rocas cayeron del Puig de Migdia de una altura de unos 500
metros y, además de las piedras, también hubo desprendimientos de
pinos y árboles, por lo que además de cortar la carretera, fue
necesario cerrar el camino a la finca de Bini. Para la retirada de
las rocas, según Darder, fue necesario el traslado a la zona de una
máquina taladradora para picar las piedras. De esta forma, pudieron
dejar limpia la carretera para abrirla de nuevo al tráfico. El
asfalto de la carretera sufrió importantes daños por el impacto de
las grandes rocas. En varios tramos, el asfalto quedó totalmente
destrozado y fue necesario la renovación del pavimento. Las
brigadas de mantenimiento del Consell de Mallorca se han encargado
estos días de la reposición del asfalto.
Según Darder, es habitual el desprendimiento de rocas en esta
carretera de montaña, pero «hacía veinte años que no se producía
uno con rocas tan grandes como éstas».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.