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J.M.S./M.P.
Lo que antaño fue el núcleo turístico por excelencia y casi exclusivo de Manacor, es hoy un lugar olvidado. Lejos quedan aquellos tiempos de esplendor en que los manacorins abrían sin cesar negocios destinados a los turistas en Calas de Mallorca. Hoy, muchos de esos «souvenirs» han cerrado y el aspecto de muchos de los establecimientos demuestran que corren malos tiempos para Calas de Mallorca.

Cuando han pasado varias décadas desde que Calas de Mallorca se estableció como núcleo costero, la zona aún no ha sido recepcionada por el Ajuntament por lo que aún no cuenta con varios servicios indispensables cuando el Consistorio cobra contribuciones a los residentes. Así, ya desde que se abandona la carretera que lleva a Portocolom, se comienza a hacer evidente el abandono de la zona. Largos solares de montebajo y pinos llenos de restos de basuras como papeles, botellas o latas dan la bienvenida a los visitantes.

En pleno núcleo costero, continúa la imagen de degradación y abandono. Muchas aceras del centro se esconden debajo de las hierbas que, a pocos meses de llegar a la plena temporada turística, nadie se ha preocupado en cortar. Algunas señales de dirección o indicadores son para perderse ya que con el paso del tiempo han caído o no se pueden leer porque se han borrado y nadie se ha preocupado en reponerlas.