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PEDRO AGUILÓ MORA
A falta de que se instalen las canalizaciones de aguas pluviales, se planten arbustos en la mediana y se de una definitiva capa de asfalto, la variante de Llucmajor ya es un hecho. Ahora sólo falta que circule por el ella el tráfico rodado que ahora lo hace por las avenidas de la capital del Migjorn. Sin embargo, por donde ruedan ya todo tipo de vehículos es sobre los pasos elevados de la carretera de S'Estanyol y del Camí de Son Marrano. Hace apenas dos semanas que los mencionados viales se han abierto al tráfico y es precisamente desde su punto más alto donde se puede contemplar la mejor la perspectiva de la nueva vía rápida.

Llama especialmente la atención el diseño del paso elevado de la carretera de S'Estanyol que cuenta con dos grandes rotondas por sentido (ya sembradas de oliveras y acebuches) que servirán para dar acceso y salida a la, en puridad, prolongación de la autopista del aeropuerto.

Según informó hace apenas un mes la consellera de Obres Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer, tras visitar las obras, tanto la variante de Llucmajor como el desdoblamiento de la carretera C-717 se abrirán al tráfico rodado antes de que de inicio la temporada estival. Con la apertura de la nueva vía de circunvalación, las rondas de Migjorn y de Carlos III quedarán liberadas en gran medida de los casi 20.000 vehículos que cada día circulan sobre su asfalto y que colapsan la avenida más importante del núcleo urbano.