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La inseguridad ciudadana y la falta de una vigilancia permanente en el Claustro del Convent de Manacor no son los únicos problemas que padecen los vecinos del barrio del centro, la plaza de S'Antigor, el Convento y el tren. La degradación y el acusado mal estado del mercado de s'Antigor ha llegado a tal extremo que los residentes de la zona exigen una actuación urgente para que de esta manera, se pueda conseguir su revitalización.

Pese a que el mercado de s'Antigor lleva cerrado desde hace muchos años, el pórtico de entrada a estas instalaciones de titularidad privada se ha convertido en un «auténtico nido de suciedad que se extiende más allá de la calle», manifiesta uno de tantos vecinos de la zona que residen entre las calles de la Pau, de los Gerrers y dels Foners. Y es que el propio techo de la entrada al mercado de s'Antigor se ha venido abajo, los cristales de las ventadas están rotos, la fachada principal se encuentra repleta de pintadas que ofrecen una imagen muy degradada de la barriada.

Hace cerca de unos quince años que el mercado de s'Antigor contaba con una gran afluencia de público entre los vecinos del barrio que realizaban sus compras en este centro comercial. La fuerte competencia de nuevas superficies comerciales acabó con el mercado de s'Antigor, que finalmente cerró sus puertas. Los vecinos no permanecen ajenos a la preocupante degradación que ofrece el mercado de s'Antigor y aunque sea de titularidad privada, reclaman al Ajuntament que impulse algún tipo de mejora, con el objetivo de que el mercano de s'Antigor deje de ser uno de los puntos más negros de la localidad. El propio presidente de la asociación de vecinos del Convent y del Centro, Antoni Oliver, constató la degradada situación en la que se halla el antiguo mercado de s'Antigor y la mala imagen que ofrece a toda la barriada. No en vano, el mercado se localiza a escasos metros del único hotel de interior que recientemente ha abierto sus puertas en la ciudad, la antigua pensión Ca'n Guixa.