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Después de más de un año de negociaciones con la empresa Buades, el pleno del Ajuntament de Binissalem aprobó de manera definitiva trasladar la fábrica al polígono industrial con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los vecinos, que viven cerca de la grifería. El convenio fue aprobado con los votos favorables del equipo de gobierno (PSOE) y el PP y el voto en contra de los Independents de Binissalem. La portavoz del PSM, Antonina Ferrà, no pudo acudir al pleno por motivos familiares.

El regidor de Comunicación, Josep Maria Pons, explicó que «con este convenio queremos garantizar que no haya aprovechamiento especulativo en el solar de Buades». Ahora una comisión mixta, formada por Buades y el Ajuntament binissalamer, se encargará de estudiar el coste del traslado, que está estimado en 9,5 millones de euros. De momento, no se ha concretado qué aprovechamiento tendrán los 24.000 metros que dejará Buades. Lo único que se especifica es que se destinarán 3.000 metros cuadrados a una zona verde.

En el convenio se especifica que la empresa favorecerá la contratación de personal del pueblo. El portavoz de los Independents, Pere Pol, expuso «propusimos que la urbanización del solar que dejará Buades se gestionara a través de una empresa mixta formada por el Ajuntament y Buades porque así las facturas en blanco, negro y gris pueden escapar de la comisión que se creará». Pol añadió que «aunque la fábrica de grifería se aleje del pueblo no dejará de seguir contaminando con polvo y todo tipo de humo».