En la Plaça Nova se combinaron las muestras y exposiciones más tradicionales con las propuestas ecológicas de la Fira Alternativa. Foto: LUIS PLANAS

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Desde 1870, el último domingo de abril convierte a Santa Maria del Camí en uno de los puntos más concurridos de la Isla por la celebración de su fira. Ya cuando se creó, la Fira de Santa Maria adquirió mucha importancia pues por la situación estratégica del municipio, donde convergen varias vías de comunicación, incluido el ferrocarril, suponía un encuentro ideal para el intercambio y el comercio.

Ayer quedó reflejado que el esfuerzo del Ajuntament, las asociaciones locales y los vecinos ha mantenido la importancia de la feria hasta la actualidad, ofreciendo una variedad de muestras, actividades y productos a los visitantes que la convierte, sin duda, en una de las más importantes de las que se celebran durante todo el año en la Isla. Desde primeras horas de la mañana, la Plaça Nova de Santa Maria registraba un enorme bullicio por la gran cantidad de muestras y degustaciones de productos locales y mallorquines, además de exposiciones de animales autóctonos (ovejas, cans de bestiar, cans raters o aves de corral) y maquinaria agrícola.

Eran muchos los visitantes que degustaban almendras, aceite o vinos de las bodegas locales, mientras los más pequeños pedían a sus padres acercarse a la muestra de animales exóticos organizada por Natura Parc, ubicada estratégicamente junto a las atracciones de feria. El gran ambiente que había sorprendió a algunos visitantes. «Es increíble la cantidad de cosas interesantes que se pueden ver. Esta feria es muy grande y hay de todo para pasear», comentaba un matrimonio catalán.