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El Grup Ornitològic Balear (GOB) ha iniciado una fuerte campaña puerta a puerta en el pueblo de Artà con la intención que todos los ciudadanos puedan conocer el impacto de los siete molinos de 85 metros de altitud que la compañía GESA quiere instalar en las costas de la ermita para generar energía eólica.

Ayer, los ecologistas Miquel Àngel March y Antoni Muñoz reivindicaron «que el Govern de las Illes se pronuncie al respecto porque hasta ahora no ha mostrado su parecer». Además, también reclamaron que «se suspendan las autorizaciones a molinos hasta que tengamos un plan eólico». El GOB a repartido 2.500 folletos en Artà comparado la altitud del edificio más alto del pueblo, la iglesia de 30 metros, con los 85 de una torre eólica.

March y Muñoz reiteraron que «no estamos en contra de los parques eólicos, siempre hemos defendido la energía renovable, simplemente creemos que las montañas de Artà no son el lugar adecuado al tratarse de zona Anei, Zepa y Lic». Desde el GOB defienden que los parques eólicos se ubiquen en zonas ya degradadas o en polígonos industriales.