La exhibición aérea de ses Salines puso de manifiesto la destreza de los pilotos. Foto: J.M.SASTRE

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La Fira de ses Salines se ganó ayer más que nunca la denominación de Espectacle. Fijó el listón muy alto para superarse en próximas ediciones y logró atraer unos 25.000 visitantes. La exhibición aérea hizo que la muestra sobrepasara los límites del recinto ferial y sobrevolara también la localidad desde el campo de vuelo de s'Olivó. En este lugar, descansaban helicópteros del escuadrón del ejército del aire (Puma), de la Guardia Civil (BO 105), de la Policía Nacional (BO 105), del Ibanat (Bell 407) y de SKY Helicópteros (AS 350 b3), cuyos pilotos demostraron su destreza con diferentes ejercicios.

Momentos antes, sobrevolaron la localidad y el campo de vuelo los aviones Colas Rojas de la Escuela de Pilotos de Mallorca Panamedia, otro del ejército y, finalmente, la sorpresa: un antiguo HA 220 Super Saeta. A todo este elenco de rugidos de motores, acrobacias aéreas, miles de rostros oteando el cielo y el son incesante de los tambores de la «batukada», se unió la otra novedad de la Fira-Espectacle que llegó también como un milagro de la mecánica con la exposición de Ferraris montada ante la iglesia. Seis ejemplares de la prestigiosa marca italiana dieron con su característico rojo aún más color si cabe a la muestra.

Por lo demás la Fira, una de las pocas de la Isla que se prolonga durante todo el día, destacó por la oferta de productos ecológicos, aperos del campo y la muestra de artesanía montada en la calle Juan Ramón Jiménez. Como cada año, no faltaron los caballos que ofrecieron dos espectáculos, uno sobre evolución y doma y el de doma menorquina con aires de alta escuela ofrecido por el club hípico de Alaior. Oficialmente, la Fira fue inaugurada por la comitiva autoridades. Al alcalde Sebastià Vidal y regidores, les acompañaron Margalida Moner, Rosa Puig, Antoni Serra, Francesc Buils, Damià Nicolau y Domingo Bonnin.