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Efrit de los cellers de Sineu atrajo ayer como cada año a miles de personas a una de las ferias más tradicionales de la primavera. «El secreto está en cortarlo todo muy pequeño y así sabe mejor», explicaba el concejal de Fires Antoni Comas.

La Fira de Sineu está documentada desde el 1318 siendo una de las más antiguas de Mallorca. Aunque tradicionalmente esta era una feria obligada para intercambiar y exhibir productos para cualquier payés en los últimos años el espacio dedicado a animales ha ido disminuyendo y han ganado terreno los tenderetes de todo tipo de productos. Una de las zonas más concurridas, debido a la coincidencia con el Día de la Madre, fue la dedicada a las plantas para regalar.

Por otra parte, la ausencia de la tradicional subasta de porc negre, que por primera vez se ha anulado por falta de ejemplares, no restó visitantes a la Fira. Según el concejal de Agricultura, Antoni Comas, es probable que finalmente la subasta se celebre más adelante.