Pedro Aguiló Mora07/05/05 0:00
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Antes de ocupar el cargo de asesora en el Ajuntament d'Inca, Blanca Iglesias había conseguido hacerse un hueco en la Administración balear mediante la obtención de un puesto de trabajo en el Institut Balear de la Natura (Ibanat). Ahora, tras descubrirse que Iglesias aportó un título universitario falsificado para poder obtener el máximo nivel funcionarial como coordinadora del área municipal de Formación y Ocupación en el Consistorio inquer, el portavoz del PSM en el Parlament de les Illes Balears, Pere Sampol, presentó ayer una proposición no de ley para que la Comisión de Asuntos Institucionales investigue si la ex asesora del alcalde de la capital del Raiguer, Pere Rotger, acreditó ante la Administración balear el mismo título falseado para ejercer su cargo de técnico superior en el Ibanat.

Sampol justificó ayer la presentación de la proposición no de ley argumentando que «el hecho de que una funcionaria pública pueda haber falsificado un título universitario para acceder a un puesto de trabajo de la Administración podría suponer también la pérdida de confianza de la ciudadanía en la Administración misma y en las demás instituciones públicas». Por su parte, la portavoz del PSM en el Ajuntament d'Inca, Francisca Vives, instó al Ejecutivo de Jaume Matas a presentarse como acusación particular en la causa abierta contra Iglesias en los juzgados de Inca ya que «hasta ahora da la sensación de que el Govern esta protegiendo a la denunciada».

Cabe recordar que eaffaire de la titulación falsificada salió a la luz cuando Iglesias exigió que su categoría funcionarial se elevara del nivel C al A. En ese momento, el PSM solicitó la supervisión de la presunta titulación expedida por la facultad de Filosofía y Letras de la Universitat Barcelona (UB). Entonces, según Vives, Blanca Iglesias acreditó «la copia compulsada de una fotocopia compulsada del supuesto diploma». Este hecho despertó las sospechas de Vives quien decidió contactar con la UB para verificar la validez del título presentado. La respuesta reveló que la asesora de Rotger jamás había completado los estudios superiores de los que hacía gala.