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Talleres de artesanía africana, de barro, de henna, conferencias, fotografías, juegos del mundo y degustaciones de comida de los diferentes colectivos de residentes de Pollença... Todo esto y mucho más es lo que muestra este fin de semana el claustro de Sant Domingo, que se ha convertido en el símbolo de la buena convivencia de los 18 colectivos de residentes de Pollença.

Así, colectivos de Colombia, Paraguay, Uruguay, Marruecos, Argentina, China, Japón, Reino Unido, Alemania, Japón, Alemania, la Casa Andaluza y la Cooperativa de Pollença muestran este fin de semana sus mejores productos.

Pollença se ha animado en celebrar las I Jornadas Interculturales porque «vienen bastantes extranjeros de Sudamérica, también algunos rumaneses, chinos y no tienen perjuicios en saber catalán y ahora que comienza la inmigración es la hora de aprovechar y sin renunciar a todo lo que son puedan aprender lo que tenemos aquí», explicó ayer el alcalde Joan Cerdà, que acompañado de sus regidores; el conseller de Medi Ambient del Consell, Miquel Àngel Borràs, y la directora de Ordenació i Innovació del Govern, Joana Rosselló, inauguraron esta fira y degustaron platos exóticos procedentes de China y Japón y otros productos.

Así, los presentes degustaron el gazpacho de Andalucía, algunas bebidas de países lejanos como el mate o una bebida de maíz del Ecuador. Tampoco faltaron los dulces del Reino Unido, el sushi de Japón, entre otros. La Cooperativa de Pollença ofreció una degustación de carne de cordero.