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C. RUIZ DE GALARRETA
Muy lentamente, el Port de Valldemossa va recobrando su idílica imagen tras ecap de fibló del 15 de septiembre de 2004. En pocos minutos, el tornado arrasó 481 hectáreas de pinos de los municipios de Esporles y Valldemossa. Prácticamente desde el día siguiente se trabaja en la retirada de pinos y a fecha de hoy se han retirado 3.274 árboles, según informó ayer el conseller de Medi Ambient, Jaume Font, que visitó el Port de Valldemossa acompañado por la vicepresidenta Rosa Estaràs y el alcalde de Valldemossa, Joan Muntaner. Para la retirada de los pinos de la zona más complicada -la finca de Vistamar- ha sido necesaria la utilización de un helicóptero del Ibanat, que lleva meses trabajando y ya ha realizado más de mil viajes. En total, el Govern destinó 641.000 euros para los trabajos forestales y se han gastado 130.000.

Las ramas de los árboles se trituran y los troncos se están vendiendo por subasta a empresas madereras de la isla. «El pino es bueno y tiene valor, al contrario que los que cayeron en 2001 que se han ido pudriendo», aseguró Font. El conseller aprovechó la ocasión para anunciar una nueva partida de 300.000 euros para la recogida de los pinos caídos en el temporal de 2001 que se suman a los 500.0000 destinados inicialmente.

En concreto, en el Port de Valldemossa quedan en torno a 6.000 árboles por retirar. Aún hay mucho trabajo por realizar, aunque los vecinos se mostraron satisfechos. El Ajuntament, por su parte, les concedió ayudas para los arreglos de las casas dañadas.