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El Consell de Mallorca iniciaba ayer la construcción de la rotonda que da acceso a Porreres desde la carretera de Montuïri a la altura del cementerio. Una actuación que supondrá eliminar un punto negro de circulación y que reforzará la seguridad de los peatones. Ésta era una obra muy reclamada, ya que es un lugar donde se concentra gran cantidad de tráfico y donde se han producido graves accidentes. El último suceso fue el año pasado donde una turista perdió la vida. «Después de este último accidente se aceleraron los trámites al máximo para llevar a cabo una actuación que diera una mayor fluidez, permeabilidad y seguridad a este tramo». Así se pronunciaba el director insular de carreteras, Gonzalo Aguiar.

La actuación con un presupuesto de 550.000 euros consiste en hacer una rotonda elevada aproximadamente 1,20 metro, con un diámetro de 30 metros y una anchura de calzada de 11 metros entre las aceras. Se acondicionará una zona de aparcamiento y se mejorará la señalización. El alcalde de Porreres, Joan Sastre (UM) manifestó su satisfacción. «Es una obra muy importante que facilitará el acceso a la gente que vaya a pie al cementerio y que garantizará la seguridad de los vehículos y peatones».

El conseller del departamento d'Obres Públiques, Antoni Pascual aprovechó el acto para anunciar que la mejora de la carretera Porreres-Lucmajor está en proyecto. «Es una carretera muy estrecha con muchos árboles y hay que hacer una ampliación pero respetar la vegetación. Podría costar entre cinco millones y medio o seis millones de euros»