Las grúas, palas y otras máquinas que trabajan en la construcción de la autovía Inca-sa Pobla no paran.

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Dentro de poco se cumplirá un año del inicio de la construcción de la autovía que unirá Inca con sa Pobla, una de las grandes infraestructuras viarias que el Govern ha previsto inaugurar en esta legislatura. Con la temporada turística ya en marcha y el inevitable aumento de vehículos que trae el verano, muchos conductores ven con preocupación las retenciones diarias que provocan estas obras. Aunque no se trate de retenciones kilométricas, muchos se preguntan qué ocurrirá en los meses de julio y agosto cuando el tramo Inca-Alcúdia vive el momento de más densidad de tráfico. Según la Conselleria d'Obres Públiques, los plazos de construcción se están cumpliendo y el verano que viene Mallorca contará así con 17 nuevos kilómetros de autovía que reducirán en al menos 10 minutos el tiempo que un conductor tarda en llegar de Palma a Alcúdia o a Pollença.

Hoy por hoy, sin embargo, la dimensión del proyecto, que costará 46.616.085 euros, hace que el tráfico entre Inca y sa Pobla sea, como mínimo, complicado. Saliendo desde Inca el conductor se encuentra con tres puntos difíciles. Para empezar el cruce a Santa Magdalena, punto de entrada y salida de camiones. Allí, dos operarios se encargar de cortar el tráfico en caso de necesidad para facilitar la salida de camiones y maquinaria. El segundo punto complicado, que sorprende por su trazado tortuoso a los conductores que no son habituales de esta carretera, se encuentra en el puente elevado junto a la salida de Son Vivot. Allí se está construyendo una rotonda que dará acceso a los caminos rurales de la zona. El trazado actual obliga a subir una cuesta en curva dónde muchos camiones encuentran dificultades. Por último, y ya en sa Pobla, se ha habilitado una nueva salida del municipio, que hasta hace tan sólo unas semanas estaba cortada por las obras. La situación del nuevo cruce, que coincide con una curva y con un cambio de rasante, obliga al conductor a extremar la atención al salir y entrar al municipio de sa Pobla.

Los conductores observan también a diario cómo la carretera va cambiado de aspecto con el avance de las máquinas. Una de las zonas más irreconocibles respecto a su estado hace ahora unos meses es el tramo que va desde la rotonda de Campanet hasta sa Pobla. Allí, la canalización de un torrente y la instalación de un sistema de tuberías subterráneo ha obligado a construir una carretera completamente nueva, junto a lugares tan reconocibles como Son Jans o el hostal de Cas Tix. En definitiva, es una obra faraónica que obligará a armarse de paciencia para llegar este verano a destinos como el Port d'Alcúdia o el Port de Pollença.