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Los trabajos de demolición del edificio del mercado cubierto para construir después uno de nueva planta comenzarán el próximo día 8 de agosto. Cinco días antes se realizarán los primeros cortes de tráfico para vallar la zona de obras, que afectarán a las calles de la Pau y Sant Francesc en sus tramos junto al edificio del mercado.

El tramo de la calle Sant Francesc se tendrá que cerrar pues allí se ubicará un gran transformador eléctrico provisional que sustituya al que hay en el actual edificio y que da suministro a gran parte de esta zona del casco urbano.

La calle des Born, importante vía de comunicación en el centro, no quedará cortada al tráfico mientras duren las obras del proyecto, que está previsto que acaben a principios de 2007. Esta era una de las principales preocupaciones hasta ahora sobre estas obras, puesto que buena parte de la ciudad ya se encuentra afectada por la reforma circulatoria debido a las obras que se realizan junto a la estación del tren.

Así lo explicó ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Bartomeu Seguí, en una reunión que mantuvo con más de una veintena de comerciantes de la zona para explicarles algunos aspectos de las obras.

Seguí anunció que las obras de demolición del actual edificio durarán un máximo de cuatro semanas. «Creímos que agosto era la mejor época para empezar porque los trabajos de demolición serán los más molestos por los ruidos y el polvo que se producirán», afirmó. El responsable de Urbanismo confirmó que han solicitado a la empresa constructora que, una vez que hayan acabado las tareas de demolición, la calle de la Pau se pueda abrir hacia el de Miquel Durán para los vehículos de los comerciantes y vecinos. Una vez acabado el proyecto, estas calles quedarán peatonalizadas al igual que las de Corró y Estrella.

En la reunión, algunos comerciantes de la calle des Born plantearon su preocupación por el hecho de que el proyecto prevea que el nuevo edificio tenga hacia esta calle la zona de servicios, con montacargas, extractores de humos y almacén de residuos, por lo que consideran que se puede ver perjudicada la actividad comercial de la calle.

Bartomeu Seguí aseguró que el proyecto prevé que no existan molestias y que el nuevo edificio tenga una fachada espaciosa hacia la calle des Born, aunque se comprometió a prestar especial atención a este aspecto para que la solución arquitectónica sea la más adecuada.