Los trabajos de construcción de 77 viviendas de protección oficial
(VPO) empezaron el pasado miércoles en un solar de 3.915 metros
cuadrados del barrio de Mandrava, que sigue calificado actualmente
como zona verde a la espera de la aprobación del nuevo Plan General
de Ordenación Urbana (PGOU) que prevé su recalificación como suelo
urbano.
El equipo de gobierno del PP decidió conceder a mediados de
julio la licencia de obras al Ibavi pese a esta situación. El
alcalde Pere Rotger justificó entonces la decisión «porque no habrá
ningún perjudicado y no hay impedimentos políticos ni
jurídicos».
El PP sólo ha conseguido que el nuevo PGOU esté aprobado
provisionalmente y la nueva exposición pública acabó el pasado
martes. Durante este plazo, vecinos de la zona afectados por la
recalificación han presentado más de veinte alegaciones en el
Ajuntament. Los vecinos se sienten perjudicados al entender que
compraron sus viviendas junto a una zona verde sin que existiese
previsión de convertirla en suelo urbano.
Uno de estos vecinos afectados manifestó ayer a este diario que
«nos parece una tomadura de pelo que empiecen las obras sin haber
contestado nuestras alegaciones». «Entonces, ¿para qué sirve el
plazo de exposición pública del PGOU?», cuestionó el vecino.
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