Joan Thomàs, ayer, durante la rueda de prensa ofrecida en el Ajuntament de Calvià. Foto: MICHELS

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De esta manera, el traidor a UM salva la cara al alcalde Carlos Delgado tres días después de que este último desafiase al presidente del PP, Jaume Matas, proclamando a diestro y siniestro su intención de no acatar la orden del comité ejecutivo regional de los populares que le exhortaba a cesar a Thomàs de todos sus cargos en el gobierno municipal.

La crepuscular situación política del primer edil provocó que el ya ex teniente de alcalde compareciese ayer ante los medios de comunicación para leer en apenas dos minutos y de forma «clara, convencida y fuerte» un comunicado en el que, con su habitual vehemencia, manifestó que su decisión era fruto de una «obligación moral y política» surgida frente a la crisis desatada en el seno del PP después de que el pasado viernes Matas exigiera a Delgado la destitución de Thomàs, aun sabiendo que el primer edil había dejado meridianamente claro que el tránsfuga seguiría en su equipo de gobierno mientras él quisiera aunque ello supusiera la ruptura del pacto con UM.

Thomàs, que no permitió que los periodistas a los que había convocado formularan ninguna pregunta, aseguró que su renuncia es «la mejor solución» para «no perjudicar al alcalde ni a la junta electoral, que han mostrado un incodicional apoyo a mi persona». El edil tránsfuga también espera que la puesta de sus cargos a disposición de Delgado «facilite la renegociación del Pacte per Calvià y su gobierno».