Tras diez años de procesos judiciales y movilizaciones populares,
el club náutico de s'Estanyol se ampliará tal como dicta el
proyecto redactado en 1995 y que se encuentra desde hace casi un
mes en fase de exposición pública en el departamento de Urbanisme
del Ajuntament de Llucmajor.
Después de consultar las memorias, planos y estudios del
mencionado proyecto, este diario ha podido certificar que las obras
que se iniciarán en le litoraestanyoler se guiarán según las mismas
pautas del proyecto cuya ejecución frenó hace diez años una
sentencias judicial.
No obstante ahora, la nueva ley de puertos ha proporcionado a la
ampliación del puerto deportivo de s'Estanyol el marco legal del
que carecía entonces.
La ampliación del club náutico de s'Estanyol supondrá pasar de
285 a 638 amarres, construir un dique de 760 metros de longitud y
un contradique de 320.
Ambos muros contarán con una altura de 2,5 metros y estará
cimentados bajo el mar a cuatro metros de profundidad.
También cabe destacar que las construcción de las
infraestructuras antes mentadas hará desaparacer emollet de uso
público situado actualmente junto a la carretera que conduce hasta
sa Ràpita.
El proyecto de ampliación también contempla la cimentación de
cuatro nuevos pantalanes. Dos con una longitud de 132 metros y
otros dos de 110 y 105 metros cada uno. La anchura de los cuatro
será de cinco metros.
El plazo de ejecución de las obras es de tres años y según la
memoria del proyecto el presupuesto de ejecución material asciende
a 2,8 millones de euros y el de la contrata a 3,4
Por otra parte, el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental
indica que la superficie de la zona de servicio consume 40.652
metros cuadrados, la superficie de espejo de agua, 63.621; la
explanada de varada, 17.157; la superficie de amarres, 20.157; y la
superficie destinada a talleres 480 metros cuadrados.
El proyecto de ampliación del club náutico de s'Estanyol también
prevé la construcción de un nuevo edificio social de unos 1.200
metros cuadrados que costará unos 450.000 euros, así como la
creación de una escuela de vela y la dotación de toda una serie de
almacenes.
Pese a las múltiples contenciosos que arrastra tan polémica
empresa, a las sentencias judiciales y a la oposición del
vecindario de s'Estanyol, en la actual puerta del puerto deportivo
cuelga desde 1995 un cartel que anuncia su inminente ampliación y
la venta de amarres.
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