Isidre Cañellas y Carlos Delgado, dándose la mano en una foto de archivo.

TW
0

P. AGUILO MORA / J. ROSSELLO
Tal como adelantó este diario en su edición del pasado viernes, los comités locales del Partido Popular (PP) y Unió Mallorquina (UM) en el municipio de Calvià acordaron retomar el pacto de gobierno que ambas formaciones rubricaron tras los últimos comicios municipales en sus términos originales: ambas formaciones consensuarán de forma previa todos aquellos asuntos que vayan a elevarse al pleno del Ajuntament. Incluso aquellos que sean iniciativa o propuestos por otros grupos políticos ajenos a las disciplinas popular o nacionalista. El acuerdo también implica que, si la consumación del mencionado consenso previo se hace imposible, PP y UM deberán designar una comisión superior que será la encargada de conseguir la unanimidad. El documento que da por zanjada la crisis de Calvià expresa la voluntad del alcalde Carlos Delgado (PP) y de su socio de gobierno, Isidre Cañellas (UM), de mantener la vigencia del Pacte per Calvià. Es por eso que, sin perjuicio de los acuerdos que se puedan adoptar en el futuro entre los dos partidos representados por los concejales anteriormente sobre el buen gobierno y la eficacia administrativa, ayer se volvieron a asignar las áreas de gestión municipal que anteriormente ostentaba el edil tránsfuga de UM, Joan Thomàs, al primer teniente de alcalde Isidre Cañellas. De esta manera, Cañellas se convierte en el plenipotenciario de las competencias en Mantenimiento, Vías y Obras, Medio Ambiente y Nuevas Tecnologías, y de la regiduría de zona de Calvià Vila.

El acuerdo suscrito ayer por Carlos Delgado e Isidre Cañellas en presencia de destacados miembros de las ejecutivas regionales de PP y UM, pretende dejar patente que la entente se ha conseguido con el único interés de servir al pueblo de Calvià y a los principios de interés público y de respeto a la voluntad popular, manifestada democráticamente por todos los que participan en las funciones públicas. Por su parte, el portavoz del PSOE en el Ajuntament de Calviá, Antoni Manchado, declaró ayer a la agencia Efe que el nuevo acuerdo entre el PP y UM para reconducir el pacto de gobierno que mantienen ambos grupos en el Consistorio calvianer, puesto en peligro por la actuación del concejal Joan Thomàs tras abandonar las filas nacionalistas para aprobar junto a los populares la recepción de las urbanizaciones de Nova Santa Ponça propiedad de la familia Nigorra, es «malo» por haberse fraguado «bajo amenazas».

Para el edil socialista, el alcalde, Carlos Delgado «ha cambiado un acuerdo por una expulsión» del PP, ya que, según expuso, sólo bajo esa «amenaza» de la junta regionapopular ha accedido el primer edil a llegar a un acuerdo «cínico» y poco «creíble» con UM. Así se refirió Manchado al anuncio realizado ayer por el PP y UM en el que comunicaba la decisión de ambos partidos de retomar el pacto de gobierno que alcanzaron al principio de la legislatura en sus términos originales, con el consenso de todos los temas antes de que se debatan en el pleno, y la asunción de todas las áreas que tenía UM por parte del único concejal que le queda en Calvià, Isidre Cañellas, tras el abandono de Thomàs.