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El alcalde del Ajuntament de Muro, Miquel Ramis (CDM), avanzó ayer que no aprobará el presupuesto municipal de 2006 hasta que no entre el nuevo regidor del PSM, Ramon Quetglas. De esta manera, quiere evitar que el equipo de gobierno (CDM-PP) tenga una situación ventajosa en relación a la oposición, que con la dimisión del nacionalista Pau Mateu tiene un regidor menos. De esta manera, el equipo de gobierno podría aprobar proyectos con el voto de calidad del alcalde y sin tener en cuenta la oposición. En este sentido, el alcalde Ramis explicó ayer que «esto me parece desleal con la gente del PSM».

En unos quince días, está previsto que el Ajuntament ya tenga las credenciales del nuevo regidor y hasta que no tome posesión del cargo algunas cuestiones quedarán paralizadas. Así, el equipo de gobierno en minoría llevará adelante todos aquellos proyectos que no necesitan ser aprobados por el pleno. Aunque el equipo de gobierno está dispuesto a negociar las cuentas municipales de 2006 con la oposición (UM y PSOE), Miquel Ramis reconoció ayer que «el presupuesto de 2006 será muy rígido y nos quedará poco margen de maniobra ya que tenemos un proyecto muy costoso que es el embellecimiento del casco antiguo y nos condicionará bastante las negociaciones». Entre los proyectos importantes que el equipo de gobierno quiere impulsar, destaca la construcción de un nuevo colegio de primaria en Muro.

Miquel Ramis ve con «misterio» lo que pasará con la llegada del futuro regidor Ramon Quetglas, ya que se ha hablado de la posibilidad que la oposición lleve a cabo una moción de censura contra el alcalde, pero esta es una cuestión que parece ser aún no se ha tratado. En el pleno del pasado jueves, Pau Mateu (PSM) renunció al acta de regidor para zanjar así la crisis generada en la agrupación nacionalistas después de que Mateu no consiguiera formar un gobierno de concentración y decidiera dimitir del cargo de alcalde.