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LL.GARCIA
La consellera d'Obres Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer, y el alcalde de Sóller, Carles Simarro (PP), presenciaron ayer los primeros movimientos de derribo de la lonja del Port de Sóller, una demolición esperada por el esponjamiento que proporcionará en esta parte de la zona portuaria y que se enmarca dentro de la mejora del puerto que en estos momentos está en fase de ejecución y que tiene que estar acabada a finales de 2006. En el caso de la actuación que ayer tuvo lugar, el Govern decidió inicialmente dejar en pie esta edificación de los años 50 dónde hasta ahora estaba el depósito de pescadores y un restaurante hasta tener claro que se hacer con el edificio principal de la antigua estación naval, ya que finalmente este edificio también será derribado y sustituido por nuevas instalaciones más pequeñas. La Conselleria d'Obres Públiques, Habitatge i Transports decidió derribar la lonja para sustituirla por un nuevo edificio de una sola planta sobre el nuevo muelle.

Esta demolición tiene un presupuesto de 72.028 euros y el plazo de ejecución ha sido de un mes. A finales de esta semana esta parte del Port estará formada por una gran superficie libre donde posteriormente también se instalarán algunos servicios náuticos.

Durante la rueda de prensa posterior al inicio de la demolición la consellera Cabrer aseguró que una vez acabada la reforma, el Port contará con 150 amarres más que en la actualidad y que se habrá recuperado toda la fachada marítima del núcleo antiguo.