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El consorcio integrado por el Ajuntament de Pollença y la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear ya ha adquirido una tercera parte de los terrenos que formarán el futuro parque de la Gola, una zona húmeda que una vez recuperada será un importante pulmón verde para el Moll cumpliendo así con una reivindicación histórica de los vecinos del municipio.

La regeneración de la Gola, que implica la compra de 52.000 metros cuadrados de terrenos a particulares, era una de las cuestiones que pactaron el alcalde Joan Cerdà (UM) y el president del PP balear, Jaume Matas, tras las últimas elecciones municipales. Y es que la expropiación de los terrenos de la Gola, a la que se veía abocado el Ajuntament tras la recalificación de los mismos en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1990, le costaría a las arcas municipales más de 2 millones de euros, una cifra completamente «inasumible», según explica el regidor de Economía, Bartomeu Cifre.

Aunque una tercera parte de los propietarios de los terrenos de la Gola ya han aceptado el precio que ofrece el Ajuntament para la compra de sus fincas (42 euros el metro cuadrado), se quejan de que «el alcalde nos prometió que comprarían nuestras fincas completas pero ahora se niegan a comprar la zona afectada por el deslinde de Costas y nos quedan pequeños fragmentos que no sirven para nada», dijo uno de los afectados. El regidor de Economía, Bartomeu Cifre, explicó que «el consorcio no puede comprar terrenos que son públicos».