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ELENA BALLESTERO / P.J. PASTOR
El aeródromo militar de Pollença celebró ayer la festividad de la Señora de Loreto, patrona del Ejército del Aire. El acto se trasladó al interior del hangar principal debido al mal tiempo donde el sacerdote Bartolomé Mir, quien fuera durante años el párroco del Port, celebró una misa a la que asistieron las principales autoridades civiles y militares de los municipios de Pollença, Alcúdia y sa Pobla.

Durante la celebración se realizó un homenaje a los que dieron su vida por España, un homenaje promovido por tres militares ya retirados: José María Lomas, Luis Ausín y Ramon Rovellada, supervivientes de un accidente aéreo en la base el 5 de agosto de 1955. Precisamente los tres militares propusieron a los responsables de la base la colocación de una placa en el monumento de homenaje a los caídos donde desde ahora figura el nombre de todos aquellos que perdieron su vida sirviendo al ejército mientras estaban destinados en el aeródromo militar de Pollença. Durante la festividad de la patrona se condecoró también a tres militares y dos miembros del personal laboral de la base por su capacidad de trabajo.

Por su parte, en el escuadrón de vigilancia aérea del Puig Major también se vivió de forma especial la festividad de la Señora de Loreto. Los cinco grados de temperatura que se registraron en la Plaza de las Armas no fueron obstáculo para que el comandante de la base, Francisco Moratinos, hiciera una ofrenda floral a los caídos por la patria. Antes de ello, se celebró una misa a cargo del padre Bartolomé Barceló, procediéndose también a la condecoración de diversas medallas para algunos de los suboficiales.