El Consell de Mallorca ha redactado, para su aprobación en pleno en
las próximas semanas, una ordenanza reguladora del uso y
conservación de los caminos que son propiedad de la institución
insular. El Departament de Medi Ambient i Natura, que dirige Miquel
Àngel Borràs, ha reaccionado de esta manera ante la problemática de
uso y conservación de los caminos públicos, con recientes casos
polémicos como el de es Fangar, en Manacor, y el del Camí Vell de
Pollença a Lluc. Estos caminos no pertenecen al Consell, pero la
intención de la institución insular es que su ordenanza sea
trasladada posteriormente a las normativas municipales para que una
buena parte de los caminos públicos de la Isla quede sujeta a una
misma regulación.
De hecho, el Departament de Medi Ambient i Natura ha mantenido,
durante este 2005 que hoy finaliza, reuniones con diversos
ayuntamientos para llevar adelante esta iniciativa. El objetivo
fundamental de la ordenanza es ordenar y proteger los caminos
públicos como patrimonio natural al servicio del derecho de todos
los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente adecuado y a
recorrer rutas tradicionales en las que el libre acceso nunca fue
un problema. El uso de los caminos públicos -principalmente en
Tramuntana, pero también en otras zonas de Mallorca- para el
senderismo se ha convertido en los últimos años en una práctica con
multitud de aficionados, lo que ha dado lugar a problemas de
diversa índole causados por una minoría incívica: masificación,
basuras, actos vandálicos, daños a rebaños y pérdida de animales,
acampadas ilegales, hogueras con un evidente riesgo de incendio,
etc. Ante estas situaciones, muchos propietarios han optado por
colocar barreras y cerrar los caminos, aunque, desde un punto de
vista legal, no pueden si se trata de un camino público. También se
dan casos de propietarios de fincas que optan por cerrar un camino
público sin un motivo aparente, simplemente para preservar su
intimidad, aunque la ley no se lo permite. Ante este choque de
intereses, el Consell ha creado una ordenanza reguladora que
englobará, inicialmente, a los caminos de la institución insular, a
las rutas senderistas de Pedra en Sec y Artà-Lluc, y aquellos vías
conveniadas con entidades y particulares.
La ordenanza clasificará los caminos en tres categorías: aptos
para la circulación de vehículos a motor, aptos para bicicletas o
tracción animal, y de uso exclusivo a pie. La tipificación de
infracciones prevé sanciones de hasta 3.000 euros como medida de
protección tanto del propio camino como de los derechos del
usuario.
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