La empresa contratada por la concesionaria del muelle de
marinería cumplió así su previsión, que continuará durante los
próximos días hasta que el emblemático edificio esté completamente
derribado.
Precisamente, los restos de esta estructura servirán para llenar
el muelle de nueva construcción y que se inició el pasado año,
formando también parte de la concesión de la empresa Nuevos Puertos
Deportivos SL.
Una vez que el edificio esté totalmente derrumbado, la empresa
concesionaria construirá sobre la superficie libre de
aproximadamente una hectárea, dos nuevas edificaciones, una
albergará las nuevas instalaciones de los pescadores y un
restaurante, mientras que la otra dará cabida a la capitanía del
Port, el servicio de radio comunicación, locales comerciales
relacionados con el mundo náutico, un servicio de meteorología, la
escuela de vela, Guardia Civil y una sala polivalente, que podrá
utilizarse para exposiciones, entre otras cosas.
Todo ello supone una inversión de unos 7,5 millones de euros a
cambio de un periodo de explotación de la línea de atraque por
espacio de 28 años y con un canon de 172.500 euros anuales.
Dicha línea de atraque se dividirá en dos partes, una para
embarcaciones privadas de tipo náutico y otra para grandes
embarcaciones de pesca, así como una zona destinada a las
operaciones de varado.
Nuevos Puertos Deportivos es una sociedad limitada constituida
el agosto de 2005 con un capital inicial de medio millón de
euros.
En los registros figuran únicamente el nombre de dos personas
como administradores: Eligio Carlos Blanco Fernández, que
administra numerosas sociedades madrileñas, y María Mascaró
Martorell, empresaria mallorquina dedicada a la gestión de residuos
e inversiones.
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