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La empresa Cemex-España no está dispuesta a dar su brazo a torcer en el litigio que la enfrenta a 23 vecinos afectados por la actividad industrial de su fábrica de cemento en Lloseta.

El vicepresidente de la asesoría jurídica de Cemex-España, Àngel Galán, el director de desarrollo sostenible de la empresa, Javier Merle, y el director de la fábrica de Lloseta, Ignacio Miranda, convocaron ayer una rueda de prensa para anunciar que la cementera recurrirá ante la Audiencia Provincial la sentencia dictada por la sala tercera del Juzgado de Primera Instancia de Inca que condena a la cementera a indemnizar a con 21 millones de euros a los vecinos denunciantes y a instalar las medidas correctoras necesaria para reducir la contaminación, acústica, lumínica y sonora que soportan los afectados.

Según Galán, el informe pericial en el que se ha basado el juez para dictar sentencia lo redactó un ingeniero industrial sin la supervisión del Colegio de Ingenieros. Asimismo, el vicepresidente de la asesoría jurídica de Cemex-España aseguró que el informe en cuestión se elaboró en base a una normativa jurídica «derogada».

En cuanto a la necesidad de instalar medidas correctoras, los representantes de la empresa cementera apuntaron ayer que «la fábrica de Lloseta cumple por completo con toda la normativa medioambiental europea, en relación a las emisiones potencialmente contaminantes, la generación de residuos, utilización sostenible de los recursos y la eficiencia en el consumo energético como así lo admite la sentencia», añadieron.

De esta manera, según los representantes de Cemex-España, la sentencia se basa en las eventuales «molestias» que la fábrica haya podido causar a los vecinos y a un informe pericial del que «destaca la ignorancia» de su autor.

Finalmente, Àngel Galán, recordó que la fábrica de cemento de Lloseta empezó su actividad en 1961, Cemex-España empezó a gestionarla en 1993 y que durante estos años las mejoras medioambientales «han sido espectaculares». También advirtió que los demandantes llegaron después de 1961 con unas condiciones mediambientales peores y decidieron instalarse en las inmediaciones de la factoría.