El área de Agricultura y Medio Ambiente del Ajuntament de
Llucmajor, en colaboración con el Govern balear y el Ministerio de
Agricultura, está trabajando activamente en la creación de una
comunidad de regantes en el municipio. En declaraciones a este
diario, el concejal competente en materia agraria y medioambiental
del Consistorio llucmajorer, Sebastià Artigues, desveló ayer que 95
explotaciones agrícolas pertenecientes a 86 propietarios se han
mostrado dispuestos regar sus plantaciones con agua depurada en la
estación terciaria de s'Arenal. Artigues explicó que el agua
depurada destinada al regadío será bombeada desde la
«macrodepuradora» de s'Arenal -que a partir del próximo mes de
marzo recibirá y tratará todas las aguas residuales del municipio-
hasta una balsa reguladora anexa a la estación de Son Gall, y desde
allí canalizada hasta las distintas explotaciones agrícolas
adheridas a la comunidad de regantes.
Asimismo, el concejal de Agricultura y Medio Ambiente explicó
que el agua depurada también se canalizará hasta Son Antem y Puig
de Ros para que pueda utilizarse para regar los campos de golf que
allí existen. Sebastià Artigues también apuntó que el Ministerio de
Medio Ambiente se encargará de ejecutar el proyecto de canalización
y elaborar los pertinentes estudios de viabilidad, mientras que la
dirección general de Recursos Hídricos del Govern balear será quien
otorgue el caudal y ejerza el control de la comunidad. Por su
parte, el Ajuntament se encargará de la tramitación de los
expedientes de adhesión al colectivo de regantes.
En cuanto al capítulo de costes, el precio que la comunidad de
regantes deberá pagar por el abastecimiento de agua depurada
oscilará entre los 0'03 y los 0'05 euros por metro cúbico,
destinados en su mayoría a cubrir los gastos derivados del
mantenimiento de la red canalizadora. La creación de la comunidad
de regantes de Llucmajor será una realidad gracias, en gran medida,
al concurso de la nueva estación depuradora de aguas residuales de
s'Arenal capaz de limpiar entre ocho y nueve mil metros cúbicos del
agua al día, al tiempo que «contribuirá a evitar que una sola gota
de agua vaya al mar», subrayó Artigues. De las 95 explotaciones
agrícolas beneficiadas con el nuevo plan de regadío, un 40 por
ciento de ellas están dedicadas al cultivo de frutales, el 36 por
ciento corresponde a plantaciones de almendros y algarrobos, el 20
por ciento a campos de alfalfa, y el 4 por ciento restante a
olivar.
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