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P.A.M.
Aun habiendo mantenido durante los últimos nueve meses que jamás instigó ni redactó el documento de fidelidad a Unió Mallorquina (UM) -en virtud del cual se exige el pago de una indemnización de tres millones de euros al militante que abandone la formación nacionalista-, a Joan Thomàs no le quedó más remedio que reconocer el pasado martes ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Palma que, efectivamente, fue coautor y firmante del documento en cuestión, que, a toda luces, perpetró desde un ordenador de su propiedad el 19 de mayo de 2003. Es decir, una semana antes de las últimas elecciones municipales celebradas el 25 de mayor de 2003.

De esta manera queda totalmente demostrado -ya que él mismo lo reconoce- que Thomàs no fue presionado por UM a la hora de firmar el documento en cuestión.

Durante los últimos meses, Joan Thomàs ha intentado apuntalar el inverosímil argumento de las presiones, asegurando que firmó el mencionado contrato de fidelidad porque, de lo contrario, sus ex compañeros de partido no hubieran permitido a Thomàs presentarse como número dos en las listas electorales que UM presentó en los comicios del 25 de mayo de 2003. No obstante, esta coartada queda desmontada en el momento en que trasciende que el día en que se suscribió el documento -el 19 de mayo de 2003- hacía ya varias semanas que las listas nacionalistas al Ajuntament de Calvià estaban cerradas y presentadas ante la Junta Electoral Central.

Pero las continuas contradicciones en las que incurre y ha incurrido Joan Thomàs, no terminan aquí. A través de su representante legal, el edil tránsfuga sostuvo ante la juez que no tenía constancia de que UM le había reclamado el cumplimiento del contrato de fidelidad y el consiguiente desembolso de los tres millones de euros. Sin embargo, tanto Ultima Hora como otro diario de ámbito insular, publicitaron en sus ediciones del 20 de agosto, 31 de agosto y 2 de septiembre de 2005, titulares a cuatro y cinco columnas que rezaban los siguiente: «UM estudia emprender acciones judiciales contra el tránsfuga Joan Thomàs», «UM reclamará a Thomàs vía judicial el pago de tres millones por su traición», UM-Calvià da diez días a Thomàs para que abone la sanción de tres millones de euros», y «UM da diez días a Thomàs para que pague los tres millones de euros por su traición».

Pero hay más. Joan Thomàs también contradijo sus propias palabras cuando el pasado 3 de septiembre declaró de forma taxativa que no pensaba dimitir de sus cargos en el Ajuntament de Calvià, y tres días después, el 6 de septiembre, convocó una rueda de prensa para anunciar que su dimisión al frente de las áreas municipales de Vías y Obras, Mantenimiento y Nuevas Tecnologías.