Ramírez explica que «este proyecto de regularización responde,
además, a la filosofía vigente en importantes países democráticos
en los cuales algunas familias facilitan el acceso público a sus
lugares de residencia, de forma restringida y en determinadas
épocas del año, a cambio de algunas ventajas que suelen ser de
carácter fiscal, y que en este caso consistiría en una
concesión».
Eso sí, el director de «El Mundo» no quiere de ninguna manera
que pueda ejercerse el derecho de paso por la parcela de dominio
público que ocupa. Exige que la prohibición expresa del «acceso a
los terrenos de la concesión y el paso a través de los mismos de
todas las personas no comprendidas en el colectivo de usuarios
definido en el proyecto».
La existencia del proyecto representa de forma explícita la
irregularidad cometida durante seis años por el uso privativo del
espacio público. En él, se lee que «la actual piscina de agua dulce
se transformará en una piscina de agua de mar con el objetivo de no
consumir un recurso especialmente escaso en las Balears como es el
agua potable».
Ramírez no escatima detalles y añade que «el suministro de agua
del mar se proyecta mediante una bomba sumergida que operará con
energía solar». Para que no haya dudas, explica que «la generación
de la energía necesaria para la bomba sumergida provendrá de cuatro
paneles fotovoltáicos».
Ramírez se ofrece para que esta «piscina ecológicamente
sostenible» sea visitada «en sesiones de dos horas, durante los
meses de mayo, junio, septiembre y octubre, que son los meses del
curso más propicios para las actividades al aire libre».
El compañero sentimental de Agatha Ruiz de la Prada argumenta
que la piscina será «un elemento didáctico que permitirá comprender
la problemática medioambiental y un estímulo de la sensibilidad en
esta área». La «función educativa» se completaría con «la
instalación de uno o diversos paneles didácticos sobre
sostenibilidad medioambiental previamente seleccionados de acuerdo
con las autoridades locales».
Además, «el gestor de la concesión se compromete también a
entregar a cada escolar como recuerdo una selección de los mejores
reportajes gráficos y páginas medioambientales» que ha publicado
«El Mundo».
Fiol avala
Ramírez ha encontrado en el conseller d'Educació, Francesc Fiol, un
avalista. El gestor de la piscina ha remitido al Ministerio de
Medio Ambiente un documento firmado por Fiol, quien se manifiesta
partidario de establecer un convenio de colaboración. El político
mallorquín «no ve inconveniente» en firmar un convenio para que los
alumnos de Son Servera puedan realizar visitas y puedan conocer
aspectos de carácter medioambiental.
Para evitar el ejercicio del derecho de paso por el dominio
público que ocupa, Pedro J. Ramírez insiste de manera constante en
la cuestión de la seguridad. Mantiene que las amenazas de las que
se siente víctima han adquirido «unos perfiles de intensidad y de
gravedad notoriamente mayores a raíz del descubrimiento por el
Ministerio del Interior y ulterior comunicación al gestor de la
concesión de la posesión por miembros de un comando de ETA de datos
concretos sobre él y sobre su familia resultantes de observaciones
y de seguimientos recientes».
Por ello, el periodista exige que «la resolución que finalmente
apruebe el presente proyecto de uso público tendrá que precisar con
toda claridad que queda prohibido el acceso y el paso por los
terrenos objeto de la concesión».
Ramírez se presenta como víctima de una campaña en Mallorca e
ignora el hecho de que todos los partidos políticos, a excepción
del Partido Popular, han adoptado una posición contraria al uso
irregular que se hace de la concesión. Ignora que el GOB ha
presentado un recurso que exige la nulidad de la concesión.
El Ministerio de Medio Ambiente todavía no se ha pronunciado
sobre el proyecto de regularización que ha presentado el
periodista.
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