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MARTA MEDRANO
El retraso de las obras que el Govern y el Ajuntament de Santa Maria ejecutan en la Plaza Hostals desde el pasado mes de noviembre tiene desesperados a los comerciantes de la zona. Aunque la mayoría reconocen que este proyecto de embellecimiento de la plaza será positivo para sus negocios todos se quejan de que no se cumplen los plazos que inicialmente había previsto el Ajuntament.

Así, los comercios que están ubicados en el margen izquierdo de la Plaza viniendo desde Palma, dónde actualmente se acometen las obras, se quejan de que el Ajuntament les prometiera que en marzo las obras habrían finalizado en ese lado para pasar al margen derecho. «No es de recibo que esta obra haya estado semanas con sólo dos operarios trabajando», sostiene Miquel Guasp, que regenta una pastelería.

Antonia Garau, del bar Can Jaume, es una de las comerciantes más críticas con el proyecto. «Me clavan una parada de autobús delante del bar y no creo que eso me beneficie. Además lo peor de todo ha sido la planificación. No entiendo por qué abrieron delante de mi zona una zanja en enero que no se ha tapado hasta ahora», dice.

Los comerciantes de la Plaza Hostals dicen haber perdido en torno a un veinte por ciento de sus ingresos a causa de las obras, que impiden a los coches parar en la zona, como sucedía antes. Una de las quejas más comunes es que además en los últimos meses se ha intensificado la presencia policial en la zona, un hecho que hace que se pongan más multas que antes a los coches que aparcan mal. La mayor parte de los comercios piden, en este sentido, más benevolencia por parte del Ajuntament.

Además de en Hostals la plaza de la Vila, frente al Ajuntament, también está en obras. Los comerciantes de esa zona son menos críticos, pues de momento los plazos se cumplen aunque coinciden la pérdida de ingresos y de clientela.