La de Búger es desde sus inicios una Fira unida inevitablemente a la del vecino municipio de Sineu, ante la que dado su limitado espacio, difícilmente puede competir, pero ese tampoco es su objetivo. Ya en tiempos remotos, el domingo de la Fira de Sineu, era tradición que la mayoría de familias de Búger viajaran al vecino municipio a vender sus productos y de regreso a casa eran recibidos por los más pequeños con los brazos abiertos porque siempre caía algún regalo.
Hace 27 años la delegación de la Obra Cultural Balear de Búger quiso recuperar esa tradición y creó la Festa del Jai, que hace dieciséis años derivó en la Fira.
Así, ayer desde primera hora de la mañana y hasta el mediodía las calles más céntricas se poblaron de diferentes tenderetes donde los vecinos del pueblo muestran sus mejores productos. Este año se han esforzado además en recuperar los oficios tradicionales que consistían en trabajar la cuerda y la madera. Hoy, a mediodía, se celebrará la Fira del Jai en el bosque de Binisetí donde los niños y niñas esperarán ansiosos la llegada de uno de los vecinos de mayor edad (el Jai), cargado de chucherías desde Sineu.
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