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P.P./LL.G.
El área de Patrimoni Històric del Departament de Territori del Consell de Mallorca emplazó ayer por la mañana a la empresa constructora que ha iniciado la reparación del tejado de la parroquia de Sant Bartomeu a paralizar las obras que empezaron hace poco más de una semana con la instalación de una gran grúa y que, tal y como publicó Ultima Horael pasado viernes, afectó al subsuelo del antiguo cementerio de la localidad. Patrimoni, después de constatar que para iniciar la instalación de la grúa, la excavadora desenterró restos del antiguo cementerio, ordenó a la empresa que «para evitar que se repitan acciones de este tipo, durante el proceso de ejecución de esta parte de las obras, un arqueólogo designado por el Obispado supervisará los trabajos».

Según manifestó ayer a este periódico el director insular de Patrimoni Històric del Consell, Joan Mas, «enseguida que se cumpla este requisito, las obras podrán continuar sin ningún tipo de impedimento y con las máximas facilidades». Joan Mas recordó que, pese a que las obras tenían el visto bueno de Patrimoni y que el organismo que representa había autorizado también la instalación de una grua, «en ningún caso se dio permiso para intervenir en el subsuelo», hecho que se dio ya que una excavadora realizó un foso de unos dos metros de profundidad y de unos veinte metros cuadrados de superficie para construir los cimientos de la grúa, de unos 53 metros de altura.

Una vez publicada la información sobre el inicio de esta actuación, técnicos del Consell ordenaron una inspección arqueológica y ordenaron la paralización de las obras hasta la designación de un especialista. Cabe recordar que la iglesia de Sant Bartomeu está declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento y que, por ello, según la legislación vigente, tiene una área de protección dentro de la cual toda la obra que afecte el subsuelo debe hacerse bajo estricto control arqueológico.