Se trata, en concreto, de cuatro conjuntos de tres duchas, cuatro conjuntos de baños portátiles de madera y cuatro módulos de vestuarios mixtos además de un tractor y una máquina especial para filtrar y limpiar la arena que cuesta más de 60.000 euros. En total la inversión asciende a más de 150.000 euros aunque todavía tiene que licitarse.
El convenio firmado ayer establece que la Asociación de Vecinos asume el coste total de la inversión mediante un préstamo a siete años. En caso de que antes de que transcurriera este tiempo la concesión de la explotación de las playas pasara a otras manos sería el Ajuntament de Pollença quien asumiría el coste que quedara por pagar de las infraestructuras y además debería indemnizar al concesionario.
En caso contrario, si la Asociación de Vecinos continúa con la concesión que el Ajuntament otorga cada cuatro años y Costas renueva cada año, el material adquirido pasará dentro de siete años a ser de titularidad municipal.
«Se trata de un acuerdo importante porque nos permitirá que a partir de mediados de julio de este año estas infraestructuras queden instaladas en las playas del Port de Pollença. Sin este convenio los baños, vestuarios y demás hubieran tardado años en llegar», explicó el alcalde, Joan Cerdà, antes de formalizar la firma.
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