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El aparejador Antoni Muntaner, que declaró ayer en calidad de testigo en la causa «chalet de Santa Ponça» investigada por el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Palma, puso en duda la veracidad de algunas de las facturas aportadas por el constructor Máximo Labanda.

El caso «chalet de Santa Ponça» es una de los dos asuntos que todavía tiene abiertos la ex alcaldesa de Calvià -el otro es «Estrategia Local»- de los ocho instados por el actual jefe del equipo de gobierno 'calvianer', Carlos Delgado.

Fue archivado en su momento por el juez, que decidió reabrirlo tras el testimonio de Labanda, condenado a nueve años de cárcel por secuestro.

El aparejador se pronunció sobre varias facturas por trabajos realizados en el chalet de Nájera y aseguró que no coincidían, en algunos casos, porque había una moratoria (en Calvià) en el mes que fue expedida, o porque no reflejaba con fidelidad el trabajo realizado. También, a preguntas del letrado Gabriel Garcías, declaró que nunca vio a Margarita Nájera en la obra y que tampoco le dio instrucciones.