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Plan de choque contra los ruidos de las motocicletas. Actuaciones represivas acompañadas de sanciones económicas. Este es el objetivo de la campaña iniciada por el Ajuntament de Capdepera para poner freno a las continuas denuncias de particulares ante el aumento progresivo de la contaminación acústica. Sólo la semana pasada la policía local de Capdepera inmovilizó hasta 40 ciclomotores que tendrán que pasar la ITV además de pagar una multa.

Así lo manifestó el alcalde de la localidad, Joan Ferrer (PP) que expuso que «el año pasado ya se puso en marcha esta campaña con la figura del policía tutor. Empezamos acercando la información hacia los jóvenes y sus padres. Se trata de concienciar de que el exceso de ruidos molesta a los vecinos y que se debe hacer lo posible por evitarlos. Por ello optamos por actuaciones represivas y se está estudiando la posibilidad de aumentar la cuantía de la sanciones. Estas han de ser ejemplares y dirigidas a evitar que quien ha sido multado sea reincidente».

La semana pasada se llevaron a cabo en diversos puntos una serie de controles que, según explicó el alcalde, concluyeron con la retención de unas 40 motocicletas.

«Lo que queremos es que, de una vez por todas, se termine con la contaminación acústica. Queremos el bienestar para todos los vecinos del término municipal. Por ello nos estamos planteando la posibilidad de subir la cuantía de las sanciones», explicaba el alcalde.

Así lo corroboró el regidor de policía, Antoni Mir. «Hasta ahora la sanción máxima rondaba los 90 euros. Ahora nos planteamos la posibilidad de llegar a los 300 euros ya que la ley lo permite. Algunos ayuntamientos lo han aplicado. Estamos pendientes también de la nueva ley de ruidos que aprobará el Parlament».

Por otro lado, Mir advirtió que este sábado se llevaran a cabo controles preventivos en la zona de Cala Rajada.