Entre el público se vieron caras de muchos partidarios de la candidatura de Crespí a las autonómicas como Sansó o Gomila. Foto: MARTA MEDRANO

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M.MEDRANO/E.BALLESTERO
Santa Eugènia y Pollença cambiaron de alcalde ayer en dos actos marcados por el inicio del ambiente preelectoral pero con motivos muy distintos. Así, pasadas las doce del mediodía Mª Eugènia Pou se convertía en la primera alcaldesa de la democracia en Santa Eugènia después de que Mateu Crespí le cediera la vara. Siete horas después Bartomeu Cifre se convertía en el primer alcalde del PP en la historia de la democracia de Pollença tomando el relevo de Joan Cerdà (UM).

El de ayer fue un día histórico en Pollença. después de tres años de quinielas políticas, el hasta ahora alcalde Joan Cerdà (UM-UNPI) cedía la vara de mando a Bartomeu Cifre (PP-UMP), el primer alcalde del PP que tiene el municipio.

Las discrepancias entre los socios de gobierno han sido públicas y numerosas, pero los cabeza de lista de ambos partidos dieron ayer por cumplidos los pactos firmados hace tres años por el president del PP balear, Jaume Matas, y el hasta ahora alcalde Joan Cerdà según los cuales se debían realizar en el municipio inversiones millonarias que, a día de ayer, debían estar en un cincuenta por ciento ejecutadas.

Entre el público asistente no podía faltar el propio Jaume Matas, que suscribió personalmente a principios de legislatura el pacto de gobernabilidad de Pollença. El nombramiento de Bartomeu Cifre como alcalde fue el resultado de una votación secreta que le dió la mayoría absoluta con 11 votos (6 de PP-UMP y cinco de sus socios de UM-UNPI).