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Más de un centenar de vecinos del litoral de Son Servera que se han visto afectados por el nuevo deslinde grafiado por la Demarcación de Costas, se están movilizando para mostrar su desacuerdo con la nueva delimitación. En estos días está prevista una reunión de afectados con el objetivo de plantear si se lleva a cabo alguna actuación conjunta. Pese a que en su momento, tanto el Ajuntament de Son Servera como los afectados mostraron su rechazo hacia la nueva delimitación de la línea marítimo-terrestre el pasado mes de febrero, cuando salió a exposición pública, ahora los ánimos han vuelto a encenderse a raíz de unas reuniones convocadas por Costas para explicar a los vecinos la situación actual.

La semana pasada los técnicos de Costas se reunieron con los afectados por el deslinde. El acto tuvo lugar en el centro cívico de Cala Millor. Según explicó el alcalde de Son Servera, Damià Ripoll, «se trataba del acto de apeo, un trámite más en todo el proceso que consiste en explicar a los afectados la nueva delimitación. Luego se abre un nuevo periodo de 15 días para presentar alegaciones». Ripoll garantizó su apoyo a los afectados a la vez que les ofreció asesoramiento jurídico. Manifestó que desde el Ajuntament ya se mostró su desacuerdo con la nueva línea marítimo-terrestre.

La primera vara explicó que «en todo momento nos ponemos del lado de los vecinos que se sientan perjudicados. El Ajuntament informó negativamente pues se entendió que no había ninguna motivación técnica para los modificaciones propuestas. El retranqueo no está suficientemente justificado». Con este informe se adjuntó mas de un centenar de alegaciones de particulares que en su inmensa mayoría partían de la base que no había justificación técnica para el nuevo deslinde. Una de las zonas más afectadas es el Torrente de la costa dels Pins y Port Nou.