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PEDRO AGUILO MORA
El alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs (PP), salió ayer al paso de las críticas vertidas por PSOE, PSM y UM en relación al déficit presupuestario que arrastra el Ajuntament, comprometiéndose ante el pleno municipal a poner en marcha un plan de saneamiento financiero.

Asimismo, Tomàs aprovechó la sesión plenaria celebrada en la capital del Migjorn para dejar claro a los partidos de la oposición que el equipo de gobierno no ignora el saldo negativo que arroja la partida municipal correspondiente al remanente de la tesorería, mientras advirtió de que ya se han tomado algunas medidas al respecto encaminadas a normalizar la situación.

El alcalde explicó que, de cara al año que viene, el Consistorio contará con 2,7 millones de ingresos extraordinarios gracias a la revisión y actualización del catastro municipal y a la recepción de las liquidaciones pendientes de 2003 y 2004.