La piscina, que se encuentra en zona de dominio público marítimo terrestre, ha sido «privatizada» por el Gobierno.

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TORRES BLASCO/JOAN SOCIAS

Armengol recordó que fue un antecesor de la ministra Narbona, el actual president Jaume Matas, quien avaló la piscina del periodista. La secretaria insular socialista, que forma parte de la Ejecutiva Federal del PSOE, también mostró sus sorpresa por otra actuación del Govern balear. Afirmó que va a solicitar una copia del aval del conseller d'Educació, Francesc Fiol, para dar un uso educativo a la piscina del director del citado rotativo.

El proyecto que avaló Fiol plantea transformar la piscina en una instalación «ecológicamente sostenible» y ser visitadas por escolares. Desde Son Servera, el portavoz del PSOE, Josep Barrientos, mostró su indignación ante la noticia de la «privatización» de la piscina hasta el punto que puso su cargo a disposición de su partido si el Ministerio de Medio Ambiente no daba marcha atrás. «Que rectifiquen este acuerdo o si no que dimitan todos los implicados», dijo. Mostró el respeto que tiene hacia el presidente del Gobierno y comentó que «por eso le pido que no se venda a la gente que hace los trajes a medida».

Asimismo, quiso recordar que ningún miembro del PSOE se lanzó a la piscina pese a «su ilegalidad» y dejó bien claro que su formación no está a favor de que «se hagan trajes a medida por ser quien es». También quiso dejar bien claro que «los niños de Son Servera no quieren visitar piscinas ilegales, recicladas. Ellos tienen la piscina más grande y mejor que puedan desear que es el mar, y quieren ver que el entorno no esté prostituido».