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A.HERNÀNDEZ
El Ajuntament rechazó ayer en pleno revisar una licencia de obra concedida a una vivienda situada en suelo rústico y que, según Joan Fiol (PSM), incumple la normativa urbanística al tener tres plantas cuando la normativa urbanística sólo permite dos. Lo más polémico de este asunto es que el proyecto de la obra en cuestión está dirigido por el regidor de Urbanismo de sa Pobla, Joan Palau.

El grupo mixto, PSM y PSOE (en la oposición) rechazaron ayer la construcción de una planta potabilizadora como solución al problema de nitratos que padece el agua de los poblers. No obstante la obra se ejecutará, ya que el proyecto fue aprobado con los votos del equipo de gobierno del PP.

Palau llevó al pleno una copia de la normativa urbanística, según la cual, se permite construir dos alturas más un subterráneo en esta zona rústica por lo que la vivienda sería legal. Los técnicos presentes en la sala corroboraron también la legalidad de la obra.

Finalmente Fiol se quedó solo al votar a favor de la revisión de la licencia mientras que el resto de grupos (PP, Independents, PSOE y UM) votaron en contra.

A raíz de un punto meramente económico, el debate del agua volvió a surgir en la sesión plenaria de ayer. La cuestión que se tenía que decidir era si aprobar una concesión de crédito extraordinario para el proyecto de construcción de una planta potabilizadora, partida que la oposición rechazó al estar en desacuerdo con esta solución.

El alcalde Antoni Serra defendió que la potabilizadora es la única solución al problema de exceso de nitratos en el agua potable ya que las otras fuentes no son viables.