Los chalets han proliferado en las urbanizaciones de es Molí y Cas Binissalemer.Fotos:C.R.G.

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Las tres urbanizaciones ilegales de Bunyola -Cas Binssalemer, es Molí y es Pla de Son Amar- han solicitado su regularización al Ajuntament en la revisión que realiza del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 82 y la adaptación al Plan Territorial de Mallorca (PTM). Se trata de núcleos de población, donde se comenzaron a construir viviendas de sin licencia hace 25 años, aunque ahora ya están consolidados y albergan una población de más de un millar de personas.

Cas Binissalemer y es Molí, están ubicadas casi en la frontera con el municipio de Marratxí. La primera tiene una población que ronda los 800 vecinos y la segunda más de 200. Ambas sólo cuentan con el servicio de recogida de basura. No están recepcionadas al no tener licencias de obras y tampoco hay junta de compensación como en otras urbanizaciones.

Es Pla de Son Amar, justo enfrente de Palmanyola, es la más pequeña con una población de unas 80 personas. Tampoco tiene servicios municipales.

Estas urbanizaciones han solicitado su legación a través de la figura de núcleo rural que prevé el Plan Territorial de Mallorca para regular estos núcleos ya consolidados. Guillem Riera (UM), regidor del equipo de gobierno de Bunyola, explica que «se puede iniciar el expediente para dar salida a estas urbanizaciones. Existe la posibilidad de constituir una comunidad de propietarios para sufragar el coste de la urbanización en caso de que se puedan regularizar, ya que han de cumplir una serie de requisitos».

«El problema -asegura- es que ha habido partidos que en sus programas electorales que han garantizado su legalización, lo que ha generado un efecto perverso y se ha seguido construyendo». De hecho, en estos momentos, se están tramitando unos 10 expedientes de infracción urbanística a promotores por la construcción de viviendas conscientes de que no se podían realizar.

Bunyola, al igual que el resto de municipios de Mallorca, ha crecido en los últimos años, aunque no ha sido espectacular. En 10 años, la población ha pasado de 3.000 a 5.500 habitantes, pero este crecimiento se ha producido fuera del pueblo, sobre todo, en es Pla de sa Coma. En un principio se comenzaron a construir viviendas unifamiliares, pero de un tiempo a esta parte se realizan promociones de adosados y se ha concentrado una población de unas 300 personas.

En la revisión del Plan General se fija el crecimiento del municipio durante los 10 años de vigencia del Plan Territorial de Mallorca. Se han presentado 38 sugerencias de los vecinos -entre ellas la legalización de las mencionadas urbanizaciones- y en noviembre se prevé una aprobación inicial del PGOU.