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MARTA MEDRANO
El misionero Antoni Quetglas Darder fue nombrado ayer hijo ilustre en un acto que se celebró en la iglesia de Santa Eugenia que se llenó por completo para la ocasión.

Antoni Quetglas, de 75 años, recibió un caluroso homenaje con el que se difundieron sus logros como misionero en Honduras ante toda la sociedad taujana y que contó con la asistencia del arzobispo de Teguacigalpa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que sonó como posible sucesor de Juan Pablo II por su gran labor en América Latina.

La misa celebrada en honor a Quetglas por la mañana contó además con la sorpresa de la presencia de la reina doña Sofía, que acudió acompañada por Irene de Grecia y mantuvo tras la eucaristía una pequeña entrevista con Maradiaga.

El acto central de homenaje a Andrés Quetglas, sin embargo, se celebró por la tarde.

La alcaldesa, Maria Eugènia Pou, estuvo acompañada por todos los concejales y la consellera d'Immigració, Encarnación Pastor.

El presidente de la ONG Poble Solidari, Miquel Coll, se encargó de ensalzar la figura de Quetglas, a quien definió como un «gran empresario» y un enorme «trabajador social» por la cantidad de proyectos que ha logrado poner en marcha en Honduras. «Allí, en Honduras, la gente en lugar de acudir al Ajuntament lo busca a él cuando le falta alguna cosa», dijo.