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JOAN RIERA
La alcaldesa de Santa Maria, Rosa Vich (PSM), anunció anoche la retirada de la orden del día del pleno el punto que preveía la aprobación provisional de la revisión de las Normas Subsidiarias del término municipal, que quedó aplazado sine die.

Esto implica que la planta Omniprint, donde se imprime la edición provincial de El Mundo, vuelve a quedarse sin cobertura legal. Vich justificó la retirada de la aprobación de las Normas Subsidiarias en una enmienda presentada por el regidor de EU, Guillem Ramis, en la que pedía la retirada y advertía de una posible ilegalidad y posible existencia de prevaricación si se aprobaban incluyendo la luz verde a la legalización de Omniprint.

La alcaldesa afirmó que «esta enmienda se ha de estudiar y hemos de dar tiempo a la secretaria para que lo haga».

El caso llegará pronto a los tribunales ya que otro pleno municipal aprobó hace unos días una solemne declaración en la cual afirmó que Omniprint «lesionaba el interés público» de Santa Maria y decidió llevar el escándalo ante los tribunales, ya que esta planta de impresión supera en casi un 70 por ciento el máximo de altura permitida por la normativa vigente.

En ese pleno, Guillem Ramis afirmó que «de todas maneras, la revisión de las Normas Subsidiarias abrirá una puerta para la legalización de Omniprint ya que permiten una altura de 16 metros en Son Llaüt en lugar de las actuales».

Por su parte, la organización Ales advirtió también de que la alcaldesa Rosa Vich podía incurrir en un delito de prevaricación si aprobaba la revisión de las Normas Subsidiarias incluyendo en ella Omniprint, porque sobre la planta impresora de El Mundo pesa de manera implacable la declaración de lesividad del interés público y de dos planos «falsos» sellados por error por el Ajuntament.