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J.M.SASTRE
La Sala de Lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJB) ha desestimado el recurso de la propietaria de una casa prefabricada construida en suelo rústico de Porreres, a la que el Ajuntament impuso una sanción de 36.000 euros por infracción urbanística.

Aparte de vulnerar la tipología estipulada en las Normas Subsidiarias municipales, la casa fue construida sin la preceptiva licencia de construcción y en un solar que no cuenta con los metros cuadrados suficientes para acoger una vivienda en suelo rústico. En este caso hay dos pleitos abiertos. Por una parte, el que hace referencia a la sanción económica y, por otra, el que alude a la orden de demolición dictaminada también vía decreto de Alcaldía.

El TSJB no ha aceptado los argumentos de la propietaria de nacionalidad alemana que alegó que la casa construida en el camino de sa Pedrera era una instalación desmontable, con lo que tendrá que hacer frente a la citada sanción económica.

El TSJB ya ha dictado que la sanción económica «es correcta», explicó el alcalde de Porreres, Joan Sastre. Ahora se está pendiente de la resolución del referente a la orden de demolición. Tanto el alcalde como los servicios jurídicos que llevan este caso esperan que, al igual que la multa, también se confirme el expediente de demolición en base a los mismos argumentos.